Cuando dejamos de pensar en nosotros mismos, en que debemos enfrentar la vida por nuestros propios medios, sin ayudar ni pedir ayuda, cuando dejamos atrás ese modelo solitario que a veces la sociedad nos enseña, nos damos cuenta que la vida adquiere otro color.
Mirar, abrazar, aconsejar a quien lo necesita es un acto que llena de luz nuestra existencia. No importa si creemos que tenemos mucho o poco para dar, lo importante es darlo con sinceridad
No hay comentarios:
Publicar un comentario